UN SER DE LUZ: MI HIJA

Tengo la suerte de contar en mi vida con un Ser de Luz que eligió entrar a formar parte de ella hace ya 10 años: mi hija. Yo sentí su energía revoloteando cerca de mí cuando fue concebida. Cuando la tenía en mi vientre me avisaron que ella venía más evolucionada que yo, pero que yo era la encargada de recordarle cuál es el camino, de ayudarla a despertar. Recuerdo una vez que pedí que la protegieran, cuando aún no había nacido. Vi cómo ponían a su alrededor una especie de hilos dorados que la cubrían.

A lo largo de este tiempo, ha habido ocasiones en las que ella ha estado conectada espiritualmente y ha actuado como un guía para mí. Como ella me dice a veces: "Aunque tenga cuerpo de niña, mi alma no lo es". En momentos de tristeza o angustia, he encontrado en ella una palabra sabia que me ha hecho reaccionar. También me ha ayudado dándome información que percibía sobre mi alma gemela. Quisiera recordar algunas anécdotas de ella, ya que mañana es su cumpleaños y me siento muy feliz de que ya haga 10 años que vino a este mundo.

Recuerdo un fin de semana que se fue a dormir a casa de unos familiares. Había olvidado su osito, ese con el que duerme siempre. Al hablar por teléfono me dijo:

- Mamá, se me ha olvidado el osito, pero no te preocupes, porque su espíritu está conmigo.

En otra ocasión recuerdo que estábamos acostadas en la cama juntas, hablando. Todo estaba oscuro. De repente me dijo:

- Mamá, ¡estás preciosa! ¡Que Luz tan bonita tienes!

Yo no soy capaz de ver la Luz de las personas ni el aura, así que, aquello me sorprendió y me emocionó.

La primera vez que mi alma gemela desapareció de mi vida sin previo aviso, ella percibía cómo estaba él y lo que le estaba pasando. Gracias a eso pude entender un poco que se hubiese marchado sin decir nada. Mi hija insistía en que yo debía darle mucha Luz y enviarle energía, porque él estaba mal y lo necesitaba. Más tarde los guías me confirmaron lo que mi hija me había dicho.

En otra ocasión recuerdo que me dijo:

- Mamá, yo soy tu guía y tú eres la mía. Yo no voy a dejarte nunca. Gracias por hacerme recordar que soy una Luz grande que tiene que ayudar al mundo, en vez de ser una luz pequeña y triste como yo pensaba.

Una de sus experiencias que más me sorprendió fue una noche. Estaba en su cuarto dándole las buenas noches, y entonces me dijo que "veía a Dios" en mi cabeza. Ella tenía por aquel entonces unos 6 ó 7 años.

- Mamá, qué divertido, Dios está sentado en tu cabeza. Ahora se ha bajado y se ha metido en tu corazón y en el mío a la vez. Es como si fuese uno, pero se hubiese dividido en dos. Mamá, Dios me envía unos Ángeles que me hablan en mi cabeza y me guían. Es como si pusieran en mi cabeza unos pensamientos que no son míos, sino que son ellos hablándome.

Como podéis comprender, yo me quedé boquiabierta, pero en aquel entonces yo comenzaba a recibir algún que otro mensaje de los guías, y realmente cuando los recibía me sentía así, como ella explicó, como si "me hablasen en mi cabeza".

Sé que todavía me queda mucho trabajo que hacer con ella. Su conexión es bastante débil, viene y va, y más ahora que cada vez más se aleja de la niñez, época en la que los niños todavían tiene esa conexión innata con los Ángeles y el mundo espiritual. Pero tengo la certeza de que es un Ser de Luz que me acompaña.

Aura

8-8-10

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